Brasil, Chile y el potencial proto-fascista de Sudamérica

por VÍCTOR HERRERO

La noticia más relevante para el futuro político de Chile no son los extraños e inconducentes cabildos constituyentes a los que ha convocado la Presidenta Michelle Bachelet, sino lo que sucedió anoche en Brasil.

En una votación transmitida en vivo por streaming en cientos de páginas Web de todo el mundo, la mayoría de la Cámara de Diputados de ese país decidió dar luz verde para iniciar el proceso de destitución (impeachment) de la mandataria Dilma Rouseff. Los congresistas partidarios de sacar a Rouseff del poder, quien fue reelegida como Presidenta hace menos de dos años con unos 50 millones de votos, actuaban anoche como una barra brava de fútbol. De hecho, cuando alcanzaron los 342 votos para iniciar el juicio político en contra de Rouseff, entonaron cánticos típicos de la fanaticada futbolera, que son los mismos en Brasil, Argentina, Uruguay o Chile.

Gran parte de los que votaron a favor de sacar a la gobernante del poder invocaron a Dios o Cristo, a sus propias esposas e hijos y, claro está, al etéreo mejor futuro para Brasil para fundamentar su voto.

Las revelaciones sobre la enorme red de corrupción pública que tiene como centro a la empresa semi-estatal Petrobras, así como un puñado de compañías de construcción gigantes y privadas, ciertamente han salpicado al oficialista Partido de los Trabajadores y sus máximos dirigentes. Pero también a decenas de políticos opositores del actual gobierno.

Sin ir más lejos, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que ha sido uno de los principales impulsores del proceso de destitución de Rouseff, está involucrado en el escándalo Operação Lava Jato de Petrobras. La fiscalía brasileña lo acusa de aceptar sobornos de hasta 40 millones de dólares de la petrolera y de lavar dinero a través de iglesias evangélicas, por lo cual pide una sentencia de hasta 184 años de prisión. Pero anoche, Cunha se las daba de líder anti-corrupción. Es como si mañana, en nuestro país, los miembros del partido ultra derechista UDI Pablo Longueira, Jovino Novoa, Jaime Orpis o Ena von Baer se levantaran como faros en contra la corrupción política. Es como el viejo dicho: los gatos que cuidan la carnicería. O como afirma un observador brasileño: “Todo esto es una venganza entre ladrones”.

Los defensores de Dilma han argumentado de que todo este proceso oculta, en el fondo, un golpe de Estado. “Esto es un golpe en contra de la voluntad del pueblo, en contra de lo que dijeron las urnas hace menos de dos años, en contra de las políticas sociales, en contra de los pobres y del progreso social”, afirmó uno de los diputados que votó en contra del impeachment. Los vociferantes contrincantes, que lo abuchearon a él y todos los que votaron a favor de la Presidenta, lo ridiculizaron diciendo que en la votación de anoche no había ningún golpe, sino que era un mecanismo legal del ordenamiento jurídico brasileño. Después de todo, en diciembre de 1992 se había destituido al Presidente Fernando Collor de Mello por corrupción en un proceso similar.

Es verdad. Pero también lo es que en las últimas décadas los “golpes” en América Latina ya no son los clásicos movimientos encabezados por rabiosos militares, sino que golpes institucionales. Como sucedió, por ejemplo, en Honduras en 2009.

Sin embargo, el olor a un pseudo golpismo de antaño está en el aire. Antes de votar a favor de iniciar el proceso de destitución de Dilma, el diputado del Partido Social Cristiano, Jair Bolsonaro, un ex paracaidista de las fuerzas armadas, dedicó su voto a un coronel de las fuerzas armadas, el mismo que participó de las torturas a Rouseff cuando fue detenida por los servicios de seguridad de ese país en 1970.

¿Y qué tiene todo esto que ver con Chile? Mucho más de lo que se piensa. Cuando en 1964 los militares brasileños sacaron al mandatario socialdemócrata Joao Goulart del poder mediante un golpe de Estado, la derecha chilena lo celebró y lo tomó como un ejemplo de lo que había que hacer. Muy pronto, las nuevas autoridades militares aplicaron algunas políticas económicas liberales que entusiasmaron al conservadurismo chileno. “Los militares de Brasil habían hecho políticas de libre mercado. La gente de derecha en Chile opinaba que acá debían aplicarse similares recetas, pero el gobierno de la DC hacía todo lo contrario”, afirma el ex editorialista de El Mercurio Hermógenes Pérez de Arce en sus memorias.

De hecho, a mediados del año pasado los medios de prensa de derecha hicieron correr el rumor –o al menos la idea– de que, tal vez, la Presidenta Bachelet no iba a terminar su mandato y que lo mejor sería que alguien como Ricardo Lagos asumiera interinamente el gobierno. Algo similar sucedió en 1998, cuando después de la detención de Pinochet en Londres, muchos dirigentes de la derecha política y líderes gremiales, opinaron que lo mejor era retardar las presidenciales de 1999 dado el “delicado” momento político. En otras palabras, la derecha está siempre dispuesta a suspender los cronogramas democráticos. Y, con lo que sucedió ahora en Brasil, tienen una nueva herramienta en su arsenal anti-democrático.

Y esto no es una exageración. Si el mandatario venezolano Nicolás Maduro propusiera una Ley Mordaza a la prensa como la que la clase política chilena ha tratado pasar pillamente en la llamada agenda corta anti delincuencia y también en la nueva ley anti terrorista, El Mercurio y el resto del establishment mediático pondría el grito al cielo. Pero siendo Chile, los medios oficiales y columnistas oficialistas tratan de ponderar el derecho a la inocencia de los políticos y empresarios coludidos con el, para ellos, dudoso derecho a la información.

Como sea, lo que sucedió anoche en Brasil ni siquiera afecta sólo ese país. Lo ocurrido son muy malas noticias para la democracia de América Latina. Y el canto de barra brava futbolera de los opositores a Dilma Rouseff son peores noticias. Ahí está el potencial caldo de cultivo para un futuro proto-fascismo y golpismo sudamericano. Qué pena.

Publicado originalmente el 18 de abril 2016 en diarioUchile

Seleção de 5 Poemas de Leo Lobos (no original em espanhol)

“Soy sirio. ¿Qué te asombra, extranjero, si el
mundo es la patria en que vivimos todos, paridos por el caos?”

Meleagro de Gádara, 100 antes de Cristo.

Jazz on the park

Leemos el diario en el Jazz on the Park ( Jazz on the Park es el hotel donde nos hemos mudado), me siento encerrado.
Nos han invitado al concierto de Peter Salett, y es sin duda una buena idea para salir de aquí al paso del estado en el que nos encontramos. Un taxi móvil nos lleva al Club que está prácticamente copado, entramos sin dificultad con la ayuda de los ángeles custodios en medio de luces fotográficas cegadoras, tomamos bebidas blancas, escuchamos con atención mientras hermosas mujeres rubias son
mecidas por la música.

New York, Estados Unidos, 1999.

Tres mujeres, un piano, un gato y una tormenta

A Alexandra Keim

Es difícil ser un pájaro
y volar contra la tormenta sobre la cicatriz de la Tierra que deja el camino de asfalto
mejor es como un gato estar
siempre atento a las brasas
cerca de la chimenea
y escuchar
siempre atento escuchar
a tres lenguas diferentes hablar
un idioma a la vez fascinante
a la vez misterioso y conocido
oír e ir en su música
en sus luces y propias
y universales sombras
fotografiar
por tan solo un segundo
fotografiar con la mirada sus perfiles
de ser posible
flotar
dentro
de la sala
como
un pájaro
en
la
tormenta

Marnay-sur-Seine, Francia, 2002.

Silencioso dentro de la noche

“Ser como o rio que deflui
silencioso dentro da noite”

Manuel Bandeira

Fluir, leve andar
descalzo inflar lentamente los pulmones
pesar cada paso sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como sí ella
fueras

Marnay-sur-Seine, Francia, 2002.

Una secreta forma

“las palabras como el río en la arena
se entierran en la arena”

Roberto Matta

el automóvil esta poseído por la fuerza
de los animales que le habitan
como un carruaje tirado por caballos
sobre piedras húmedas de un pasado verano
Río de Janeiro aparece de repente como
la secreta forma que el Atlántico
deja entrever desde sus colinas de azúcar:
ballenas a la distancia algo
comunican a nuestra humanidad sorda
y cegadas por el sol preparan su próximo vuelo
caen ellas entonces una vez más como
lo han hecho desde hace siglos
caen ellas en las profundidades entonces
caen ellas y crecen en su liquido amniótico.

São Paulo, Brasil, 2004.

Perdidos en La Habana

Se puede ver a lo largo de Cuba verdes
o rojos o amarillos descascarándose con el
agua y el sol, verdaderos paisajes de estos
tiempos de guerra

Después de tres botellas de ron
ella lloraba en el lobby
del Hotel Capri, mientras le leía poemas que no eran míos,

Hablaba de las playas a las que llegó
en motocicleta, cuando aún el sol brillaba
los cubanos son niños que lo miran todo decía

Otro él, aparece desde el centro del salón y necesito
más de un segundo para
reconocerle
me acerco y me cuenta de mujeres, palacios de salsa,
de bailes mágicos
no hay, pienso
no existe una isla
sin orillas…
No quiero habanos
no tengo dólares
mejor será
desaparecer antes que la noche

El Vedado, La Habana, Cuba, 1995.

 

Presidente Reagan e juiz Moro contra as empresas multinacionais brasileiras. O caso Odebrecht

por Nagib Jorge Neto

Diante dos rumos da Lava Jato e da Acarajé, cabe refletir sobre os rumos dessa investigação e a quem, ou a que grupos, visam beneficiar o juiz Moro, da República do Paraná, e os agentes da Polícia Federal que fazem ilações e insinuações com base em documentos que o Ministério Público julga dignos de crédito. A mídia eletrônica, liderada pelos coleguinhas da televisão, influenciam os demais escribas de revistas, jornais e emissoras de rádio, que aceitam as verdades como absolutas. Enfim, vale evocar Millor Fernandes:

“A imprensa brasileira sempre foi canalha. Eu acredito que se a imprensa brasileira fosse um pouco melhor poderia ter uma influência realmente maravilhosa sobre o País. Acho que uma das grandes culpadas das condições do País, mais do que as forças que o dominam politicamente, é nossa imprensa. Repito, apesar de toda a evolução, nossa imprensa é lamentavelmente ruim. E não quero falar da televisão, que já nasceu pusilânime”.

É o caso de constatar, nesta fase do tiroteio midiático, o texto de Maurício Dias, publicado na Carta Capital, de julho de 2015.

Reagan pode, Lula não

Recomenda-se recordar a história seguinte, a envolver a Odebrecht e protagonizada por um presidente americano capaz de agir a favor dos interesses do seu país

por Mauricio Dias — publicado 25/07/2015
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Antonio Cruz/ ABR

O fundador Norberto perdeu esta parada

No longínquo ano de 1979, ainda sob o regime militar, um jovem jornalista do hoje extinto Jornal do Brasil impresso foi escalado para acompanhar profissionalmente um seminário sobre desenvolvimento no Hotel Glória, Rio de Janeiro. Lá encontrou Norberto Odebrecht, o patriarca da construtora que leva seu nome. O repórter José Carlos de Assis aproximou-se dele e comentou: “Então, o senhor perdeu a concorrência para construir a hidrelétrica no Chile”.

Aquele homem, sabidamente avesso a entrevistas, ao responder parece que desfez um nó agarrado na garganta: “Com o presidente Ronald Reagan era impossível competir”.

Recentemente, décadas mais tarde, diante da suspeita do Ministério Público Federal de que o ex-presidente Lula teria feito advocacia administrativa, o lobby, em favor da Odebrecht, promovendo projetos da empreiteira no exterior, Assis, o jovem repórter de 36 anos atrás, notabilizado ao longo da carreira por grandes investigações jornalísticas, foi atrás do restante dessa história.

Ele relata agora: “Aquela era a primeira concorrência internacional disputada pela Odebrecht. O governo da ditadura, sob o comando de João Figueiredo, jogou pesado em favor da empresa. O então ditador fez desembarcar no Chile um grupo de oficiais oferecendo assistência de equipamentos brasileiros antissublevação. Comandava esse pelotão o general Danilo Venturini, chefe da Casa Militar do governo.

Tendo em vista a simpatia entre as duas ditaduras, a empreiteira brasileira contava com a vitória. Na verdade, na data da concorrência, ela foi declarada vencedora. Seus executivos dormiram naquela noite embalados pela vitória.

Ao despertar do sono tranquilo a realidade impôs a eles um pesadelo. Tudo havia sido revertido. Na calada da noite, o presidente norte-americano Ronald Reagan, que acabara de ser eleito, mas não tomara posse, telefonou para o general Augusto Pinochet, comandante do regime militar chileno.

Reagan falou ao feroz ditador chileno a respeito da política de direitos humanos adotada pelo presidente Jimmy Carter. Garantiu que com ele seria diferente. No decorrer da conversa, Reagan tocou em outro ponto importante. Havia uma empresa, a Atkinson, na disputa da concorrência para a construção da hidrelétrica. Seria muito interessante para o início do seu mandato se os americanos ganhassem.

Reagan levou a taça. Assim acabou com a política de direitos humanos adotada pelo antecessor dele na Casa Branca. Conforme havia prometido, cumpriu.

O episódio desnuda a iniciativa do Ministério Público Federal contra o ex-presidente Lula. Uma construtora com obra no exterior abre o mercado local para equipamentos brasileiros, promove a contratação de técnicos e engenheiros especializados. Gera divisas e favorece, enfim, o aumento de relações econômicas e culturais.

Há uma diferença entre a advocacia administrativa e a advocacia soberana, para a qual Assis chama a atenção. Isso foi desconhecido por ignorância ou por má-fé?

P.S. do redator deste blogue:

Reagan estava certo. Figueiredo estava certo. Quem é o errado? 

Por que todos presidentes eleitos pelo voto direto, ditadores, monarcas, primeiro-ministros promovem viagens internacionais acompanhados de delegações de empresários? 

Inclusive as embaixadas existem para defender os negócios dos seus respectivos países.

As principais empresas multinacionais estão sediadas no Brasil a pedido dos seus mandatários, e com todo tipo de ajuda dos governos da União, estaduais e municipais, que oferecem diferentes atrativos: empréstimos de bancos estatais, terrenos, prédios, mão de obra barata e terceirizada, isenções fiscais etc. O Brasil é o país das montadoras e oficinas estrangeiras. 

Fernando Henrique vendeu mais de 70 por cento das estatais, e facilitou a desnacionalização das empresas brasileiras, em nome da chamada globalização, do entreguismo, dos leilões quermesses e concessões.  É este Brasil do atraso que Moro defende.

 

 

 

 

 

 

Dilma es atacada por las oligarquías brasileñas que quieren en los huesos a Petrobas y a Brasil fuera de los BRICS

Entre el patriarcado, la violencia de género y la deslealtad

apatia povo

Desestabilizar a los gobiernos progresistas de Latinoamérica

.

Ilka Oliva Corado
Rebelión

Entre el patriarcado, la violencia de género y la deslealtad
Siempre me genera duda lo incomprensible que resulta lo obvio para algunos ilustrados, analistas reconocidos en Latinoamérica y el mundo, gente que se autodenomina progresista y de izquierda. Hablo de filósofos, periodistas, analistas políticos, estadistas, catedráticos de universidades reconocidas mundialmente, gente que conoce muy bien de dictaduras, de la historia y del presente. Gente que conoce por dentro y por fuera el entramado de lo que está hecha esta Latinoamérica herida y que lucha por reconstruir su tejido social y liberarse de la plutocracia que siempre ataca.

Nunca será igual para el patriarcado que la presidenta de un país sea una mujer, ella siempre será discriminada, desvalorizada, ella siempre tendrá que esforzarse el doble que un hombre para demostrar su capacidad: analítica y humana. Nunca estará a la altura aunque su inteligencia, su intrepidez, su honestidad y su consecuencia humana demuestren que está sobre capacitada para dirigir el gobierno de un país. La tacharán de emocional para descalificarla, nunca la reconocerán racional.

No podemos olvidar que sucedió en su momento con Michelle Bachelet presidenta de Chile, en su primer mandato la misoginia de muchos analistas que se sintieron heridos en virilidad machista la trató de desacreditar y minimizar, hoy en día la siguen atacando. Carentes de integridad y de humanismo, amparados por el patriarcado el ataque es personal. Es totalmente permitido que se cuestione el proceder de un gobernante, que se exija que se cumpla lo que prometió, que se investigue, que se pongan las cartas sobre la mesa, lo que no es permitido es la violencia de género.

Tampoco desvalorizar el progreso de un gobierno, así sea mínimo. No se le puede tachar con ingratitud de un retroceso, eso es injusto. Hay que ser Latinoamérica en el pasado y en el presente, lo obvio por evidente tiene que entenderse con simpleza.

Y no hablo del los ataques fascistas, de los ataques que organizan y son financiados desde Estados Unidos pasando por las oligarquías latinoamericanas. Eso los hemos tenido siempre y para muestra están los ultrajes de la dictaduras y las heridas que aún no secan en nuestra Memoria Histórica.

Hablo de los que decidieron bajarse antes de la parada, de los que encuentran cómodo atacar las partes débiles de un gobierno y que son incapaces de reconocer los logros solo porque es una mujer la presidenta. Hablo de esa izquierda latinoamericana que desde los últimos meses resulta ser el remedo de la derecha oligárquica. Y dejo muy claro que el amor que yo profeso por Bachelet, Cristina y Dilma no hace de este artículo un texto subjetivo ni parcial. Sé de los males y sé de las virtudes de sus gobiernos.

Bachelet no puede con todo, el cambio somos todos. Que el socialismo lo construimos todos. Le agradezco la El Proyecto de Ley de Aborto, la Ley de la Unión Civil. ¿Cuándo haría esto un presidente hombre en Chile? Y esto es de valorarlo porque es ir en contra total del patriarcado, de la iglesia y de una sociedad inhumana.

Se puede, se debe y se tiene que exigir honestidad a un gobierno, esa es nuestra obligación ciudadana. Lo que no es permitido es el ataque personal y la violencia de género. Yo le cuestiono al gobierno de Bachelet seguir con la represión al Pueblo Mapuche y el ataque de Carabineros a los estudiantes que salen con todo el derecho del mundo a manifestar.

Por un momento las izquierdas patriarcales dejaron en paz a Bachelet y ahora es la derecha la que ha tomado el mando completo de la mediatización, como siempre ha sido.

Ahora la izquierdas patriarcales atacan ferozmente a Cristina y Dilma. El ataque viene con esa misoginia tan bien marcada de quien tiene prejuicios en su cerebro, de quien no sabe reconocer a una mujer como jefa de gobierno. Esas izquierdas no critican, no cuestionan, no debaten, no analizan desde la postura política, social y humana el proceder de los gobiernos, lo que hacen es atacarlas por la espalda y en los costados.

¿No es obvio el avance de Argentina con el gobierno de Néstor y posteriormente con los dos de Cristina? ¿Acaso se les tiene que explicar con manzanas?

¿Qué dicen de los juicios a torturadores y criminales que gracias a Cristina son una política de Estado? ¿Se recuerdan cuando existía la amnistía? No, las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo no apoyan a Cristina porque sean comadres, la solvencia es porque su gobierno se ha comprometido con la Memoria Histórica del país y en la reconstrucción del tejido social. La ley de Identidad de Género (26.743 -23 de mayo 2012) también es obra del gobierno de Cristina. Esta Ley la apoyó la Comunidad LGBT y es triunfo no solo de Cristina sino de quienes lucharon por obtenerla. “La Patria es el otro.”

La Ley de Matrimonio Igualitario (15 de julio de 2010). También en el gobierno de Cristina, siendo Argentina el primer país en Latinoamérica en legalizarlo. El mundo celebró cuando Estados Unidos lo legalizó hace unos meses, pero antes fue Argentina y en el gobierno de Cristina, de ningún tirano. El aumento del 30% a la Asignación Universal por Hijo. De 39 universidades públicas que existían en el país, en el gobierno de Argentina aumentan a 54. El Centro Cultural Kichner, el más grande de Latinoamérica y uno de los 6 más importantes en el mundo. El gobierno de Argentina ha invertido en educación, en la cultura. La economía de Argentina tuvo un cambio visible, y es imposible que no lo notemos, que no lo note la derecha que por eso la ataque día y noche y que no lo note la izquierda que debería valorar tener una presidenta como ella. Repito sí es obligatorio cuestionar pero también es obligatorio valorar los avances. A Cristina yo le reclamo la Ley de Aborto, la necesitamos en Argentina. Se va ir y nos deja con ese yugo a las mujeres. Una cosa es que ella no esté de acuerdo con el aborto y otra es que nos niegue ese derecho a las mujeres. Es una incoherencia de género y humana no apoyar una Ley de Aborto. En este caso en Argentina no se aprueba la Ley de Aborto porque Cristina está en contra y no la apoya. Habráse visto…

Una más y reciente del gobierno de la genial Cristina, la victoria contra los Fondos Buitres ante la ONU. Y a esta no le pueden tirar piedras, ni llamarle yegua, bruja, con esta victoria se tienen que tragar sus palabras quienes ven en Cristina el reflejo de una dictadura. Con 136 votos a favor, 4 en contra y 41 abstenciones la ONU votó el tratamiento de un marco legal para la reestructuración de deuda y los Fondos Buitre. Este documento adoptado en el mes de julio por el Comité sobre Procesos de Reestructuración de Deuda de ONU (que es por supuesto un plan argentino sobre las restricciones a los fondos buitres) contiene los principios sobre soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría. Es un triunfo de 40 millones de Argentinos, en palabras de Cristina. Y sin lugar a dudas marca un precedente mundial. Esto fue señoras y señores en el gobierno de Cristina. Estados Unidos como siempre se opuso pero hoy no pudo salirse con la suya.

Mucho se habla del escándalo de corrupción en el gobierno de Dilma Rousseff, pero es impronunciable para la derecha internacional y para la izquierda patriarcal el Programa Más Médicos en Brasil implementado por Dilma en el año 2013, en él participan médicos brasileños tanto como cubanos. Este programa atiende a 63 millones de personas. En 34 distritos especiales indígenas y en 4 mil 58 municipios. Estamos hablando que este programa cubre el 72.8% de las ciudades de Brasil. Por supuesto atendiendo a la población más pobre, la que sobrevive en la desigualdad social. ¿No es un logro inmenso del gobierno de Dilma, acaso? ¿Qué gobierno “democrático” había pensando en la salud de la clase marginada en Brasil? ¿Qué gobierno “democrático” ha entrado a las favelas y no para atemorizar? Tuvo que venir un gobierno progresista.

Dilma en el 2013 aprobó y convirtió en Ley el Decreto PLC3/2013 que autoriza la distribución de un fármaco abortivo en todo el sistema sanitario del país. Se trata de la Píldora del día después. Es una ley que busca prevenir el aborto en mujeres que han sido víctimas de una violación. No es una Ley de Aborto como la que quisiéramos, como a la que tenemos derecho, pero también sabemos que Dilma no puede hacer todo sola, que todos somos el socialismo, que todos somos la humanidad y que los Derechos Humanos es obligación de todos hacerlos valer. Aplaudo esa Ley porque es un paso en el avance de los Derechos Humanos de la mujeres. Falta mucho por hacer, pero con el 70% de la sociedad brasileña en contra del aborto, es prácticamente imposible.

Pronto olvidan algunos, (cuando les conviene) y en la historia quedó el frente que le hizo Dilma al ataque feroz de los fondos Buitres a Petrobas que fue al mismo tiempo en que esos mismos Buitres querían dar un golpe blando al gobierno de Cristina cuando la embestida del caso Nisman. ¿Quién sacó la cara por Brasil? Fue Dilma que con uñas y dientes defendió a Petrobas. ¿Qué pensador izquierdoso se lo agradeció? Ninguno. En economía internacional viene la creación del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como una bloque que busca un intercambio comercial alternativo. Que por cierto en la reciente visita de Lula a Argentina la semana pasada, Cristina le propuso también formar parte de BRICS que de hacerse realidad sería BRICSA con Argentina entre ellos. Si después viene Venezuela y se anima, aquello pasaría de ser prosa a copla. BRICS no es visto con buenos ojos por Estados Unidos ni por las potencias mundiales capitalistas. Y la izquierda patriarcal no es capaz de ver la inmensidad que esto significa para Latinoamérica y propiamente para Brasil y es incapaz de reconocer a Dilma al mando.

Dilma es atacada por las oligarquías brasileñas que quieren en los huesos a Petrobas y a Brasil fuera de los BRICS. El escándalo de corrupción es parte de la estrategia. Además no olvidemos que dentro de los gobiernos progresistas están legisladores que ha escogido la sociedad clasista y la oligarquía y esto es un impedimento para cualquier avance y sin embargo estos gobiernos han logrado cambios significativos.

Por supuesto que es evidente el ataque del gobierno a los Pueblos Indígenas y esto hay que decirlo, se debe denunciar y con voz fuerte. El pueblo tiene todo el derecho a exigir respeto, cuidado de sus tierras y el cuidado a la vida.

Pero es inhumano y desleal decir que estos gobiernos no han creado cambios significativos para sus pueblos porque los hechos demuestran lo contrario. Si queremos cambios exijámoslos y seamos parte de ellos. Ya es suficiente con el ataque mediático, económico y con amplia estrategia política de los Estados Unidos en conjunto con las oligarquías latinoamericanas, como para que la izquierda venga y se ponga de alfombra y les limpie el camino. Si no son tienen la capacidad de asimilar la inteligencia y la capacidad de una mujer como jefa de Estado, tampoco es necesario que las ataquen demostrando con esto su deslealtad a todo un pueblo que las eligió en absoluta democracia. No seamos parte de la destrucción, seamos parte del cambio.

No olvidemos jamás que Cristina, Dilma y Michelle Bachelet han hecho historia en Latinoamérica y no tienen por qué estar bajo la sombra de ningún hombre ni sus capacidades ponerse a prueba de ninguna sociedad misógina. No tenemos ningún derecho a descalificarlas por su género, combatamos todos este patriarcado que no nos deja crecer como humanidad.

povo governo falta de verna nao se faz nada que preste para o povo

Para a visão dos analfabetos políticos que pedem uma intervenção militar e o retorno da ditadura

Condena a violência; venha de onde vier

filme rua sabfe fé cartaz

rusa sante fe cartaz 2

Chile, Sábado, 5 de Outubro de 1974 – Nos subúrbios de Santiago, a grávida Carmen Castillo é ferida e seu companheiro Miguel Enriquez, secretário Geral do MIR (Movimento da Esquerda Revolucionária), é morto em combate. Assim começa a jornada pelas memórias dos vencidos na batalha contra a ditadura de Pinochet. Carmen e Miguel viveram 10 meses de felicidade com as filhas Camila e Javiera , na Rua Santa Fé, 725.

Depois da morte de Miguel, Carmen perdeu o bebê, foi exilada e encontrou refúgio com amigos, em Paris. Neste seu documentário, feito após a volta da democracia (1990), os companheiros que desapareceram, e os que sobreviveram, são retratados, numa costura perfeita entre a vida de ontem e de hoje no Chile. Destaca-se o ambiente de fraternidade entre todos, o sentimento de pertencer e querer realizar algo pelo país.

Um filme muito humano e lindo, que convida à reflexão. Abusos de poder e injustiça devem ser combatidos.

A direita e o analfabeto político nas ruas do Brasil e os estudantes do Chile

Os partidos da direita que votaram pela terceirização, através dos principais líderes, realizam as convocações para as passeatas “fora Dilma”, e escondem que presidente apóiam pela força de um golpe. No caso de um impeachment, assumiria Michel Temer do PMDB, vice escolhido e eleito com os votos de Dilma Rousseff.

Clique para ampliar e conhecer os partidos inimigos dos trabalhadores
Clique para ampliar e conhecer os partidos inimigos dos trabalhadores

A campanha de desestabilização do governo, do mais baixo nível, visa criar um clima de ódio, de guerra civil, que não interessa aos partidos conservadores a educação política do povo.

Veja uma comparação entre a manifestação de 12 de abril último e uma passeata estudantil no Chile

Brasil
Brasil
Chile clique para ampliar
Chile clique para ampliar
Brasil
Brasil
Chile
Chile
Brasil
Brasil
Chile
Chile. A Liberdade é sempre revolucionária

Brasil
Brasil
Chile
Chile

dedo de lula direita

Chile
Chile
Brasil
Brasil
Chile
Chile
Brasil
Brasil
Chile
Chile
Brasil
Brasil
Brasil
Brasil. A elite branca pede o retorno da ditadura
Chile
Chile

Os escândalos do propinato na Petrobras e da cartelização em São Paulo

por Luís Fernando Veríssimo

 

petro

Despidas de todas as suas outras óbvias implicações, as revelações sobre a relação das empreiteiras com as estatais e o poder público são uma aula do capitalismo de compadres em ação. Os escândalos do propinato na Petrobras e da cartelização em São Paulo para assegurar contratos sem obedecer à aborrecida formalidade de licitações provam, como se fosse preciso mais provas, o que está no Marx para principiantes: o caminho natural do capital é para o monopólio.

O compadrio das empreiteiras faz pouco da importância da competição no mercado supostamente autorregulavel da pregação liberal. É compreensível que a direita festeje o embaraço da esquerda com as revelações que levaram diretores de empreiteiras à prisão e podem até punir a Dilma pela audácia de ganhar as eleições. Mas o capitalismo brasileiro também está levando suas lambadas neste entrevero.

O Roberto Campos chamava a Petrobras de ‘Petrossauro’ e entregá-la a estrangeiros mais competentes sempre foi um mantra da direita. Os entreguistas não orquestraram o que está acontecendo com a Petrobras agora, mas, se tivessem planejado sua atual transformação, de orgulho nacional em vergonha nacional, não teriam tido tanto sucesso. É, irônica e dolorosamente, sob um governo de esquerda, aspas à vontade, que o orgulho está chegando a um estado terminal.

Nem a Margaret Thatcher, que privatizou toda a Inglaterra, tocou no serviço nacional de saúde do país, que atravessou governos conservadores e pseudoprogressistas e permanece até hoje como uma espécie de cidadela socialista, sem aspas, em meio à comercialização de tudo.

O Chile de Pinochet seguiu à risca a receita neoliberal da escola de Chicago para a sua economia, mas nem Pinochet acabou com o controle estatal do cobre, que também continua até hoje.

Não se esperava que a cidadela Petrobras, que sobreviveu aos ataques da direita durante todos estes anos, fosse ser atacada por dentro. Mesmo que o governo não esteja envolvido diretamente no esquema da corrupção, é responsável pelo desleixo que a propiciou. E pela alegria dos entreguistas.

 

Nani
Nani

Chile. El agua es un derecho, y como derecho, no puede estar en manos de una pequeña elite. Elite extranjera, por lo demás

água

El secuestro del agua

por Aldo Torres Baeza
Rebelión

De agua venimos, y de agua somos. Agua en el cerebro, vertiginoso océano que forja las rutas para los barquitos del pensamiento y la imaginación. La vida emergió de los océanos y del útero los cuerpos que la animan. Agua en las lágrimas y agua en las células; cuerpos químicamente hermanos del mar. Somos agua que piensa, agua que ríe, y agua que transita por el mundo. “La vida es agua organizada”, decía Jacques Costeau. No nos bañamos dos veces en el mismo rio, dijo Heráclito, comparando el fluir de la vida con el fluir del agua. Todo fluye, sobre todo el agua. El filosofo Jordi Pigem, escribe: “El agua que hoy se evapora cae como lluvia en otro lugar en unos diez días, en un ciclo que cada tres milenios hace circular por la atmósfera un volumen de agua equivalente al de todos los océanos. El agua circula y tiende a lo circular: la gota quiere ser esférica, el estanque responde a la piedra con ondas concéntricas, los remolinos fluyen en espiral, los meandros, calas, bahías y golfos labran curvas y semicírculos”. El agua nos concede la vida y nos une. Sería imposible concebir la cultura china sin el Río Amarillo y el Yangtsé, o imaginar a la cultura índica sin el Indo y el Ganges, Mesopotamia sin los ríos que la abrazaban, Egipto sin el Nilo o Grecia sin el Egeo. Sin agua nada nace, solo habría tierra seca, el desierto de Nietzsche colapsaría las puertas, los cielos no regalarían arcoíris y las plantas sus frutos.

Sin embargo, el agua también ha sido secuestrada los por cuatreros que la secan, tipos que sólo les interesa el agua en la liquidez del capital y en el sello de agua de los billetes. Las guerras por el agua ya están ocurriendo. Autenticas guerras de conquista, de colonos y colonizados. Pero la versión nueva del conquistador no dispara flechas, no lanza bombas, ni utiliza fusiles. El proceso es más silenciosos, más sutil. Transitan como civiles estos filibusteros internacionales que exigen privatización o muerte.

En Chile ya arribaron, hace ya hartos años, con la pata de palo y el loro al hombro. Hoy, chupan agua hasta secar la tierra, contaminan, envenenan, privatizan. Cuando ya nada queda, se marchan a atarle la soga al cuello a nuevos territorios. Todo justificado por el actual marco legal e institucional que rige el uso y manejo de los recursos hídricos en Chile, declarado en la Constitución política (o apolítica) de 1980, y luego detallado en el Código de Aguas de 1981. Es decir: en una Constitución amasada en los hornos de la dictadura, atravesada por los principios del neoliberalismo más fundamentalista del mundo. Sobre el agua, el articulo 5° del Código, dice: “bien nacional de uso público y se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ella. Repito: “¡se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ella!”. Esto quiere decir que su manejo, como todo en Chile, queda sujeto a las leyes del mercado, tierra fértil para los especuladores de la vida. Leonardo da Vinci inició un tratado sobre el agua. Ahí, afirmaba que el agua es la sangre de la Tierra. La sangre es a nuestro sistema circulatorio lo que el agua es al gran sistema circulatorio de la biosfera. Pero en Chile poseer es más importante que las teorías de Da Vinci. Vale preguntarse: ¿Llegará el día en que nos privaticen el agua de la lluvia y el agua en los cuerpos?

En el discurso del 21 de mayo Bachelet declaró, entre otras cosas, que el agua es un bien de uso público, y que se realizarían modificaciones en el código agua.

¡¿Qué pasó?!

¡¿Todos olvidaron lo dicho el 21 de mayo?!

¡¿Qué pasa con el agua en Chile?!

El agua es un derecho, y como derecho, no puede estar en manos de una pequeña elite. Elite extranjera, por lo demás. En Chile, el 90% de los derechos son propiedad de tres grupos económicos: AES-Gener (estadounidenses), ENDESA (españoles), y Colbún (del grupo Matte). A estos grupos económicos no les interesa que el agua sea mucho más que un recurso económico. Claro está, para ellos es una mercancía más, vendible y transable, como quien especula con un automóvil. A ellos les importa medio bledo las propiedades más insólitas del agua. Del mismo Pigem: “El agua es la sustancia más común en la biosfera y en el organismo humano, pero también es la más insólita, con una serie de propiedades únicas («anómalas» según los científicos) sin las cuales la vida sería química y físicamente imposible. Cuando el agua se congela se expande y se vuelve menos densa (alcanza su mayor densidad a 4° C); de no ser así, el hielo en vez de flotar se hundiría y se extendería por el fondo marino, dejándolo sin vida. El hielo asombra por sus propiedades deslizantes y por su viscosidad (podemos hacer bolas de nieve pero no bolas de arena). Y cuando se comprime cristaliza en un mínimo de doce estructuras (del hielo 1 al hielo 12) con propiedades distintas. El agua tiene puntos de fusión y ebullición insólitamente altos, y se calienta y se enfría mucho más lentamente que la mayoría de las sustancias conocidas, líquidas o sólidas. Es altamente corrosiva y lo disuelve casi todo. A nivel molecular está mucho más estructurada que la mayoría de los líquidos, semejante a un cristal. Los copos de nieve tienen (casi siempre) seis ramificaciones más o menos idénticas, pero cada copo tiene un diseño distinto: cada nevada es un derroche de creatividad geométrica. Otra curiosidad: los geólogos empiezan a creer que en el interior de la Tierra, en las estructuras cristalinas del manto, hay enormes cantidades de agua, suficiente como para llenar todos los océanos treinta veces”.

Como experiencia, quizás resulte necesario saber que a fines de octubre del 2004, un plebiscito decidió el destino del agua en Uruguay. La población votó a favor de considerar al agua un derecho público. A ver si algún día dejamos de imitar la construcción de mall y nos da por imitar este tipo de cosas. A ver si nos contagiamos un poquito de esa dignidad charrúa, y comenzamos a considerar a la democracia como un fin, no como un medio, que vaya mas allá de elegir a rostros sonrientes que adornan la ciudad cada cierto tiempo. A ver si algún día valoramos el sentido y la importancia de lo público. En fin, a ver si algún día consideraremos que el derecho a la vida es mas importante que el derecho a la propiedad privada.

ENTREVISTA EXCLUSIVA A CAMILA VALLEJO: “Yo conozco mucha gente de edad que tiene un ímpetu y una juventud extraordinaria. Y hay jóvenes a los que no los motiva nada, que no quieren cambiar las cosas. Lo que creo es que esto no es una cuestión etaria”

“El aporte de los movimientos estudiantiles tiene que ver con romper la barrera de lo posible”

 

Camila coroada
La reconocida exponente de la levantada juvenil de 2011 y actual diputada chilena apenas tiene 26 años, pero lleva en su mochila años de militancia por la educación, una reciente experiencia como madre y una licenciatura en Geografía. Icono político de la juventud en el nuevo siglo, habla desde Santiago sobre política, educación, maternidad y transformaciones, de las sociales y las internas.

 

 

Daily digital collage

 

 

por Juan Manuel Daza
Desde Santiago, Chile
Tenés sólo 26 años y, en muy poco tiempo, hiciste un montón de cosas. Ahora, sos madre primeriza y flamante diputada. ¿Cómo son estos momentos en los que te deben pasar cosas nuevas todos los días? ¿Cómo te sentís?

–Es un constante descubrimiento. Efectivamente, tengo 26 y en muy pocos años –yo diría que desde 2011– me han pasado muchas cosas. Y cosas que no están dentro de la normalidad que vive un joven de 26 años. Me tocó ser parte de la dirigencia del movimiento estudiantil más importante en la historia reciente de Chile. Después, me tocó sacar la tesis de la licenciatura en Geografía en medio de ese proceso de movilización. También me tocó afrontar una campaña electoral y ser madre. Y eso, efectivamente, complicó mi vida cotidiana.

Hoy en día, Camila Vallejo tiene una hija de ocho meses que se llama Adela y, además, es diputada nacional por la comuna de La Florida, en la Región Metropolitana de Santiago. A sus 23 años alcanzó fama internacional como una de las principales líderes del movimiento estudiantil chileno. Su lucha y la de sus congéneres: desmercantilizar y recuperar una educación pública, gratuita y de calidad para el país trasandino. Ese año fue uno de movilizaciones de las que se hizo eco todo el mundo. Y ella presidió la Federación de Estudiantes de Chile (FECH).

Como miembro del Partido Comunista, su aguda inteligencia, su elocuencia y capacidad de oratoria y, probablemente también, su indiscutible belleza, la elevaron como icono al frente de una generación que comenzó a manifestarse masivamente en contra del profundo proceso de neoliberalización que Chile vive hace más de 40 años. Aquí, la salud y la educación son derechos de los que la gente puede gozar más en calidad de consumidor que de ciudadano.

Habiendo vivido años intensos y por ser una radical catalizadora del movimiento social, ahora a Camila le toca ocupar una de las cuatro bancas que el Partido Comunista consiguió en el Congreso de la mano de la Nueva Mayoría: la alianza multipartidaria con la que la socialista Michelle Bachelet logró obtener su segunda chance como presidenta de la República de Chile. La actual presidenta se hizo eco de las demandas estudiantiles y presentó un proyecto basado en tres ejes programáticos fundamentales: la reforma tributaria, educacional y constitucional.

De esta manera y no sin escepticismo, en Chile, finalmente, parece que podrían comenzar a darse grandes transformaciones. Así también, la vida de Camila no para de cambiar.

camilia brasil

 

¿Cómo hacés para poder con todo lo que se te presenta? ¿Prima la racionalidad o el instinto?

–Creo que siempre son un conjunto de factores. No es un solo elemento el determinante en este tipo de decisiones. Hay un porcentaje de racionalidad, un porcentaje de la formación política que uno tiene, pero también de instinto y del entorno en el que uno se desarrolla. Tus amigos, tu familia, tus compañeros: los que uno ve en su vida diaria te van ayudando a tomar ese tipo de decisiones. Finalmente, es una decisión personal. Pero el conjunto de factores confabula para que uno diga: “Ya, voy a seguir este camino”. La racionalidad ocupa un porcentaje importante, porque efectivamente uno dice: “Salimos a la calle luchando por una transformación profunda en la educación. Eso nos llevó a pensar una transformación muchísimo mayor de la sociedad. ¿Cómo sigo contribuyendo a esa lucha?”.

Y a partir de eso, surgirán otras preguntas, otras dudas.

–Sí, ahí uno se pregunta: “¿Donde, quizá, yo puedo jugar un rol más preponderante, que contribuya más al desarrollo de esa lucha? ¿Me mantengo sólo en la calle?”. Yo dije: “No, no va a servir sólo manteniéndome en la calle. La calle es un elemento importante pero yo ya voy a salir de la universidad. Voy a dejar de ser dirigente estudiantil por una cuestión natural, obvia, y después: ¿Quiero contribuir solamente desde mi ejercicio profesional o puedo también contribuir, bajo la experiencia que he adquirido, desde otro lado?”. Y ahí decidí seguir dando esta pelea y creer que desde el Congreso se puede ayudar. Nos faltaron representantes en el Congreso en el momento en que estuvimos peleando en las calles y los echamos de menos. No teníamos las mayorías para poder impulsar más fuertemente los cambios simplemente haciendo presión desde las calles.

¿Qué cualidad creés que tenés que posibilita que hayas logrado todas estas cosas en tan solo cuatro años?

–Cualidad no sé. La verdad es que me tocó vivirlo y fui afrontándolo nomás en el camino. Creo que cualquier joven de mi edad podría afrontarlo si se lo toma en serio. Lo que pasa es que no está dentro de las metas de los jóvenes de hoy en día. Generalmente, lo que el joven universitario quiere es poder sacar la carrera pronto, titularse y entrar a trabajar para poder pagar las deudas que adquirió con la universidad. A muy pocos se les mete en la cabeza la idea de entrar a la política más formal, militar en un partido o menos ser padres o madres a esta edad.

¿Por qué?

–Porque las condiciones son muy adversas. Primero está el desprestigio de la política en general. Y ser parte de ella, se ve como una pérdida de tiempo. Se ha instalado popularmente que la política es sucia. Y además, ser padre a temprana edad también es una complicación en esta sociedad neoliberal. Te impide ejercer o tener éxito profesionalmente, porque todo está pensado individualmente. En general, los jóvenes están pensando en sí mismos, en cómo pueden desarrollarse como profesionales, en cómo pueden surgir. Entonces, esta idea de meterse en la política como una idea de renunciar a ciertas cosas personales y adscribir a un proyecto colectivo es algo que es raro. Y lo mismo con la familia. Ya tener familia joven y renunciar a las cosas personales también es complicado.

¿Y a qué renunciaste? Porque parece que no hubieras renunciado a nada.

–Claro, no he renunciado. Sí, es verdad, jajá. Yo creo que me he negado a renunciar a esas cosas que son como parte de la normalidad, del curso natural de una mujer. Creo que lo adquirí incluso más tempranamente. Pero es inevitable tener que renunciar a espacios más privados, más personales. Desde 2011 que ya, para mí, caminar por las calles no era lo mismo que antes. La gente me reconocía. Estuve apareciendo en muchos medios, no sólo nacionales sino también internacionales. Esa responsabilidad de ir a charlas, encuentros, reuniones, entrevistas, implica una exposición y una demanda muy grandes. Y también está el juicio constante de la gente. Siempre estás expuesto a esas críticas.

Hablando de las críticas, muchos jóvenes estudiantes universitarios de entre 22 y 24 años tienen la sensación de que te has “vendido”. Sin embargo, en jóvenes ya egresados no está tanto esa impresión. En esta línea, ¿qué pasa con la representación del movimiento estudiantil hoy? ¿Pensás que hay un buen liderazgo? ¿Hay conexión entre la representación que ustedes hacen en el Congreso con las federaciones de estudiantes?

–No sé si nosotros hoy día somos los llamados a representar al movimiento estudiantil. Ellos eligen cada año sus propios representantes. Ellos tienen que representar el sentir del momento de esas generaciones que van cambiando. Sabes que todos los años ingresan nuevos estudiantes, salen otros y la política allí es muy dinámica. Ahora, hay algo que en general no ha cambiado mucho en el movimiento. Históricamente, en la última década el movimiento estudiantil también representa esa desconfianza en general de la juventud hacia la política institucional. El ser diputado de la república ya implica una suerte de lejanía con el mundo social porque así se ha hecho la política durante muchas décadas en este país. Después de la dictadura, yo creo que uno de los errores más graves que cometió la Concertación (N. de la R.: la alianza de partidos que gobernó desde 1990 hasta 2010) fue alejar el ejercicio de la política y el ejercicio propio de la democracia representativa de lo que era la realidad del mundo social.

¿Cuáles son las consecuencias de eso?

–Hay desconfianza aprehendida hacia la política formal. Y cuando uno ingresa a ese espacio, culturalmente, se ve como que estás manchado por la política. Entonces, tú traicionas al movimiento social cuando pasas a ser candidato, a ser diputado o a estar en el gobierno. Eso ya es ser parte del sistema, un sistema que ha mantenido y profundizado el neoliberalismo en Chile. Por lo tanto, los sectores más críticos de la juventud lo ven así, y más cuando uno, además, decide ser parte de un acuerdo programático amplio como aquel del que nosotros somos parte con Carol Kariola (N. de la R.: otra ex representante estudiantil y actual diputada del PC). Y ser parte de ese acuerdo programático con los otros partidos de la Nueva Mayoría, que estuvieron durante 20 años gobernando este país sin cambiar las cosas, evidentemente genera desconfianza. Por eso, esa crítica que se ha puesto de que “se dio vuelta la chaqueta”, que “hoy en día no está defendiendo lo que defendía en las calles” y que también ha sido muy cultivada, desde mi punto de vista, por la derecha. A través de las redes sociales dicen que los dirigentes estudiantiles se vendieron, se pasaron a la otra vereda o que dejaron de ser consecuentes con sus principios. Yo creo que eso es algo que hay que combatir y que lo estamos haciendo.

¿Por qué creés que las marchas de este año no han sido tan convocantes como en el pasado?

–Efectivamente, han disminuido. No sé si me corresponde a mí juzgar al movimiento estudiantil actual. Pero creo que al movimiento social en general le falta entender que el suyo es un rol político muy importante en este momento y que no basta simplemente con salir a marchar en base a la crítica. Tienen que ser capaces de, en este momento político que es histórico –porque no sé si se va a repetir la oportunidad de hacer una reforma estructural del sistema educacional– poder poner las propuestas sobre la mesa y pasar un poco más a la ofensiva en ese plano. Es decir, no se puede transformar solamente en un movimiento que reacciona ante las iniciativas del gobierno. Tiene que ir más allá, porque finalmente el movimiento es protagónico en este cambio. Fue el movimiento estudiantil el que puso el tema sobre la mesa. No fueron ni Bachelet ni el actual ministro de Educación. Fue el movimiento social el que dijo: “Hay que cambiar la educación, hay que recuperar la educación pública, hay que desmercantilizarla”. Por lo tanto, que hoy en día se esté hablando de eso es porque fueron ellos. Hay que creerse un poco el cuento y decir: “Nosotros instalamos esto y somos los que tenemos que ser parte. Por lo tanto, no podemos llegar y criticar, sino decir: esto es lo que hay que hacer, éstas son nuestras propuestas y en este camino hay que avanzar”.

¿Y en qué grado eso está funcionando?

–Eso es un poco lo que le falta al movimiento. Por lo tanto, como la gente no ve eso, se siente poco convocada a salir a la calle a estar “en contra de”. Porque, además, los medios pasan a meterte en el mismo saco que a la derecha y los sectores conservadores que también están criticando fuertemente la reforma de la educación. Entonces, como todos critican, nadie quiere reforma. Y esto no es así. El movimiento social quiere una reforma, pero “en este sentido y bajo estas propuestas”. Y eso es lo que no se está viendo. Por eso, creo que se pierde la capacidad de convocar transversalmente a amplios sectores y no simplemente quedar en la convocatoria de los sectores estudiantiles más activos o más politizados.

Pensando en el vertiginoso recorrido que hiciste en estos años, ¿qué fue lo más importante que aprendiste?

–Lo que me ha tomado más tiempo de reflexiones fue el movimiento estudiantil de 2011. Y creo que ahora también lo veo a propósito de la existencia del movimiento de 2014. Aunque parezca muy cliché, aprendí que la transversalidad, la unidad y la creatividad de un movimiento social son claves para poder avanzar o instalar temáticas sociales. Cuando el movimiento ha perdido alguna de las tres, se debilita. Lo otro es que la política es muy compleja. Son tensiones y contradicciones constantes. A veces es muy simple y, de repente, se complejiza demasiado. Y vive en esa tensión. La política tiene tantas aristas y variables, y nada es negro y blanco, absolutamente nada. Todo tiene muchos matices. Y saber leer esos matices y trabajarlos para poder avanzar y moverte es súper complejo.

¿Y qué cambió cuando comenzaste a ver eso desde dentro de la política nacional, no sólo del movimiento estudiantil?

–Cuando éramos representantes del movimiento estudiantil nos metíamos en el Congreso, en las comisiones de educación, oíamos en la sala cuando sesionaban y veíamos al conjunto de diputados y diputadas como una sola cosa uniforme. Estar dentro te cambia la perspectiva y ves todos los matices que hay: qué historia está detrás de cada diputado o diputada, cuáles son sus opiniones, cuándo no son posiciones rígidas. Te das cuenta de que hay más gente a la cual sumar que la que veías antes. Y el arte de convencerlos dentro del Congreso para poder generar mayoría y correlación de fuerzas para avanzar en lo que estás planteando es una cuestión que antes no manejábamos.

También hay posiciones muy rígidas, ¿no?

–Hay posiciones que sí son muy rígidas y hay algunas que son sumamente conquistables. Y hay algunas que tú sabes que son cuestiones ideológicas y otras que son regidas por los intereses económicos. Ahí uno también tiene que saber diferenciar, porque hay gente que defiende el lucro en materia de educación y lo hace porque tiene intereses creados en ese negocio. O gente que lo defiende porque cree que es bueno.

Hablás de diputados con intereses creados, ¿no?

–Diputados, obviamente, o actores externos que inciden también en las discusiones. Porque en esta materia no está solamente el movimiento estudiantil. Ahora, a propósito de que se está empezando a avanzar en cambios que, desde mi punto de vista, son bastante radicales, se están asomando los grupos de interés, los sostenedores de los colegios, la Iglesia, los medios de comunicación. Se están uniendo y se articulan para confrontar esta reforma e impedir que curse. Entonces, ahí uno se da cuenta. Algunos lo defienden desde la perspectiva ideológica y otros lo defienden abiertamente desde la perspectiva económica. Aunque no lo digan, sus argumentos van en esa dirección.

¿Cuáles son tus desafíos de aquí a cuatro años más, cuando cumplas 30?

–De aquí a cuatro años voy a haber cumplido un período como diputada. No sé si voy a ir a la reelección o no. El escenario más realista es que vaya a la reelección o que esté en otra responsabilidad política. Pero es como un escenario lógico, como consecuencia lógica de lo que estoy haciendo. No es que me he dado el espacio como para proyectar un escenario para mí y mi familia. Pero pensar en uno alejado de la política, sería como muy poco realista.

camila e lula

¿Te gustaría ser presidenta?

–No.

¿No? ¿Por qué?

–Primero porque no lo veo como posibilidad. Siempre me han preguntado o me lo han dicho por ahí en la calle. Es una broma para mí. “¿Usted va a ser la próxima presidenta de Chile?”, me dicen algunos. Pero yo encuentro que es una locura. Primero que me empiecen a decir eso ahora, que estoy en una cuestión totalmente… soy diputada, tengo 26 años, ¡déjenme hacer mi trabajo! Y porque creo que me cuesta ponerme en escenario. Y no me gusta que me fuercen tampoco.

Pero sabés que hay gente que lo piensa o que lo desea, quizá.

–Sí, pero hay gente que piensa en muchas otras cosas. Hay gente que quería que yo siguiera en la calle hasta el fin de los tiempos. Y otra gente que me quería ver en el Senado. Otra gente que me quería ver fuera de Chile, también. Un porcentaje importante de la derecha de este país me quiere ver fuera de Chile. Yo no creo que sea oportuno pensar en eso. Me cuesta. Claro, por ahí me dicen: “Tú tampoco querías ser diputada y ahora lo eres”. Y tampoco quería ser presidente de la FECH y lo fui. Jamás lo quise, me aterraba la idea. Otros dirán: “Si dice ahora que no, el día de mañana va a ser presidenta”. Pues, ¿para qué me fuerzan a decir sí o no?

camila candidata a deputado PCC

Junto a vos, son cuatro los diputados jóvenes que, habiendo sido representantes estudiantiles, ingresaron al Congreso en las últimas elecciones: Karol Cariola (PC), Giorgio Jackson (Nueva Acción Universitaria) y Gabriel Boric (Izquierda Autónoma). ¿Qué valor fundamental pensás que esta cuota de juventud aporta?

–Como decía Allende, hay jóvenes viejos y viejos jóvenes. Uno no puede adjudicar a la juventud simplemente las ideas o la energía propia de los jóvenes. Yo conozco mucha gente de edad que tiene un ímpetu y una juventud extraordinaria. Y hay jóvenes a los que no los motiva nada, que no quieren cambiar las cosas. Lo que creo es que esto no es una cuestión etaria. Sin embargo, obviamente, lo que quizás siempre puede caracterizar a los que fuimos dirigentes estudiantiles, que tenemos una historia dentro del movimiento social, tiene que ver con esto de siempre seguir rompiendo la barrera de lo posible. No podemos caer en hacer cuestiones bajo la medida de lo posible. Tenemos que ir más allá: tenemos que impulsar las transformaciones. (In Página 12, Argentina)