





Da Agência Lusa – O papa Francisco chegou na tarde deste sábado (19) a Cuba, primeira etapa de uma viagem que o levará também aos Estados Unidos, os dois países que contaram com seu apoio para restabelecerem relações diplomáticas.
O Airbus A330 da Alitalia transportando o papa aterrisou poucos minutos antes das 16h locais (17h, no horário de Brasília) no Aeroporto José Martí de La Habana, onde era aguardado pelo presidente cubano, Raúl Castro, e pelo cardel Jaime Ortega, maior representante da Igreja Católica na ilha.
Esta é considerada uma das viagens mais longas e delicadas do papa Francisco. Além de reuniões protocolares, ele irá à Praça da Revolução, em Havana, ao Congresso dos Estados Unidos, em Washington, e à ONU, em Nova York.
Com uma agenda muito carregada, o papa argentino, de 78 anos, pronunciará 26 discursos, dos quais oito em Cuba e 18 nos Estados Unidos.
Até terça-feira (22), o papa estará em Cuba, com passagens por Havana, Holguin e Santiago, para encontros com jovens, famílias, bispos e, provavelmente, o líder histórico do regime Fidel Castro.
Três visitas papais em 17 anos mostram a atenção do Vaticano ao país, onde o regime e a Igreja Católica comemoram, com apoio do papa, a normalização das relações diplomáticas com os Estados Unidos.
O avião papal levará diretamente Francisco de Havana à Base Militar de Andrews, em Washington, onde será recebido pelo presidente Barack Obama.
Nos Estados Unidos, os dois momentos mais esperados serão os discursos, em inglês, no Congresso, em Washington, e em espanhol na assembleia-geral das Nações Unidas, em Nova York.
Ainda em Washington, Francisco vai canonizar o missionário espanhol Junipero Serra, que participou, no século XVIII, da evangelização da Califórnia, na Costa Oeste dos Estados Unidos.
Em Nova York, o papa vai presidir, no “Ground Zero”, uma cerimónia interreligiosa contra o terrorismo e em memória das vítimas dos atentados de 11 de setembro de 2001.
Na última etapa, na Filadélfia (Pensilvânia), o papa presidirá o encerramento do 8º Encontro Mundial das Famílias Católicas. De acordo com os organizadores, cerca de dois milhões de pessoas são esperados para a missa final ao ar livre.
Para o teólogo brasileiro Frei Betto, a viagem que o papa Francisco inicia hoje a Cuba, seguindo depois para os Estados Unidos, é uma oportunidade para abraçar os dois povos. “O papa Francisco vem para abraçar esses dois povos, que ele tem se esforçado por aproximar e dois sistemas distintos que se esforçou em unir”, afirmou, em Havana, o religioso, horas antes da chegada do papa à capital de Cuba.
Frei Betto
Frei Betto sublinhou a “participação discreta” do papa Francisco e da diplomacia do Vaticano na aproximação entre os governos de Cuba e dos Estados Unidos, que, em 20 de julho, retomaram relações diplomáticas, após meio século de afastamento. Entretanto, o teólogo disse que “ainda há muito para fazer”.
Segundo Frei Betto, essa visita, a terceira que um papa faz à ilha de Cuba, faz parte do legado de João Paulo II, o primeiro bispo de Roma que visitou Cuba e que também contribuiu para a abertura da nação ao mundo e para melhorar as relações do governo com a Igreja Católica.
“A visita de Francisco é um presente para o povo cubano e norte-americano, embora seja muito mais complicado para os Estados Unidos”, afirmou, acrescentando que, devido à proximidade das eleições nos EUA, é provável que republicanos e democratas “possam aproveitar as palavras do papa a seu favor”.
Autor do livro “Fidel e a Religião” e amigo pessoal do ex-presidente cubano Fidel Castro, Frei Betto informou que a “fé é algo que está plenamente enraizado” na vida de Cuba, um país que, “embora não seja predominantemente religioso”, será o único país, juntamente com o Brasil, a receber, na América Latina, a visita de três papas.
* A matéria foi alterada às 18h14 para inclusão de novas informações
Edição: Armando de Araújo Cardoso
Discurso de bienvenida del Presidente cubano Raúl Castro al Sumo Pontífice

O presidente de Cuba agradeceu a Francisco o seu apoio no restabelecimento das relações diplomáticas com os Estados Unidos, “um primeiro passo no processo de normalização das relações entre os países que permitirá resolver problemas e reparar injustiças”.
“O bloqueio, que provoca danos humanos e privações às famílias cubanas, é cruel, imoral e ilegal. Deve cessar”, disse Raúl Castro, no discurso proferido à chegada do papa ao aeroporto de Havana, cidade onde inicia uma visita de quatro dias à ilha.
El general de Ejército expresó que el pueblo y Gobierno cubanos sienten un profundo sentimiento de afecto, respeto y hospitalidad con la visita de su Santidad
Santidad:
El pueblo y el Gobierno cubanos lo reciben con profundos sentimientos de afecto, respeto y hospitalidad.
Nos sentimos muy honrados con su visita. Podrá apreciar que amamos profundamente nuestra Patria, por la que somos capaces de realizar los másgrandes sacrificios. Nos ha guiado siempre el ejemplo de los próceres de Nuestra América, quienes nos legaron dignidad, valentía y generosidad. Porellos hemos sabido practicar el axioma martiano de que Patria es Humanidad.
El encuentro memorable que sostuvimos en mayo pasado, en la Ciudad del Vaticano, brindó la oportunidad de intercambiar ideas acerca de algunosde los asuntos más importantes del mundo en que vivimos.
Los pueblos de la América Latina y el Caribe se han propuesto avanzar hacia su integración, en defensa de la independencia, la soberanía sobre los recursos naturales y la justicia social.
Sin embargo, nuestra región sigue siendo la más desigual en la distribución de la riqueza. En el continente, Gobiernos legítimamente constituidos quetrabajan por un futuro mejor, se enfrentan a numerosos intentos de desestabilización.
Hemos seguido con mucha atención sus pronunciamientos. La exhortación apostólica “La Alegría del Evangelio”, acerca de los temas sociales, y la carta encíclica “Alabado Seas”, referida al futuro y el cuidado del planeta y la Humanidad, me han motivado profunda reflexión. Serán referentes para lapróxima Cumbre sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015, que tendrá lugar en la ONU en el presente mes, y la XXI Conferencia Internacional acercadel Cambio Climático que se celebrará, en diciembre, en París.
Comienzan a tener un eco creciente en el mundo su análisis de las causas de estos problemas y el llamado a la salvaguarda del planeta y la supervivencia de nuestra especie; al cese de la acción depredadora de los países ricos y las grandes transnacionales, a la eliminación de los peligrosque se ciernen para todos en materia de agotamiento de los recursos y pérdida de la biodiversidad.
Como bien su Santidad señala: “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo”.
El Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en 1992, durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro, planteó la necesidad de salvar a la humanidad de la autodestrucción, distribuir mejor la riqueza, el conocimiento, la ciencia y las tecnologías, para el desarrollo sostenible, “hacer desaparecer el hambre y no el hombre”, afirmó.
El sistema internacional actual es injusto e inmoral. Ha globalizado el capital y convertido en su ídolo al dinero. Hace de los ciudadanos meros consumidores. En vez de difundir el conocimiento y la cultura, los enajena con reflejos y patrones de conducta promovidos por medios que solo sirvena los intereses de sus dueños, las corporaciones transnacionales de la información.
La profunda y permanente crisis se descarga con brutal crudeza sobre los países del Tercer Mundo. Tampoco escapan de ella los excluidos en el mundo industrializado, las minorías, los jóvenes desempleados y los ancianos desvalidos, los que buscan refugio del hambre y los conflictos. Ofende la conciencia humana lo que ocurre con los inmigrantes y los pobres. Estos son los indignados del mundo que claman por sus derechos y el fin de tanta injusticia.
Santidad:
En sus palabras a los dos encuentros mundiales de los Movimientos Populares en octubre del pasado año en Ciudad del Vaticano y julio del presente, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, reiteró la necesidad de practicar la solidaridad y luchar unidos contra las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad, por la dignidad del hombre y se refirió al derecho a la tierra, al techo y al trabajo.
Para conquistar esos derechos, entre otros, se gestó la Revolución cubana. Por ellos, reclamó Fidel en su histórico alegato de defensa conocido como“La Historia me Absolverá”.
Para lograr una sociedad más justa y solidaria hemos trabajado con sumo esfuerzo y asumido los mayores riesgos desde el triunfo revolucionario.
Lo hemos hecho bloqueados, calumniados, agredidos, con un alto costo de vidas humanas y grandes daños económicos. Fundamos una sociedadcon equidad y justicia social, con amplio acceso a la cultura y apego a las tradiciones y a las ideas más avanzadas de Cuba, de América Latina, el Caribe y del mundo.
Millones de personas han recobrado su salud con la cooperación cubana: 325 mil 710 colaboradores han trabajado en 158 países; hoy, cincuenta mil 281 trabajadores cubanos de la salud prestan sus servicios en 68 naciones. Gracias al programa “Yo sí puedo”, 9 millones 376 mil personas han sido alfabetizadas en 30 estados; y más de 68 mil estudiantes extranjeros, de 157 países, se han graduado en Cuba.
Avanzamos resueltamente en la actualización de nuestro modelo económico y social para construir un socialismo próspero y sostenible, centrado en el ser humano, la familia y la participación libre, democrática, consciente y creadora de toda la sociedad, en especial de los jóvenes.
Preservar el socialismo es garantizar la independencia, soberanía, desarrollo y bienestar de la Nación. Tenemos la más firme decisión de enfrentartodos los retos para alcanzar una sociedad virtuosa y justa, con altos valores éticos y espirituales. Como señaló el venerable presbítero Félix Varela, “…queremos que las generaciones futuras hereden de nosotros la dignidad de los hombres y recuerden lo que cuesta recuperarla para que teman perderla…”
La unidad, identidad e integración regional deben ser defendidas. La Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por losJefes de Estado y Gobierno durante la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana en enero de 2014, consagra un conjunto de compromisos de vital importancia, como la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región; no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado yobservar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos; fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre sí y con otras naciones; y respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones.
Para Cuba, los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas tienen plena vigencia. Solo el respeto a estos puede garantizar la paz y la seguridad internacionales crecientemente amenazadas.
Conocimos con sumo interés las palabras de Su Santidad en el marco de la conmemoración del 70 aniversario de los ataques nucleares contra las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
La existencia de las armas nucleares es una amenaza contra la supervivencia misma de los seres humanos y una afrenta a los principios éticos y morales que deben regir las relaciones entre las naciones. Su uso significaría la desaparición de la civilización humana. Abogar por el desarme, y muy particularmente por el desarme nuclear, no solo es un deber sino un derecho de todos los pueblos del mundo.
Santidad:
Hemos agradecido su apoyo al diálogo entre los Estados Unidos y Cuba. El restablecimiento de relaciones diplomáticas ha sido un primer paso en el proceso hacia la normalización de los vínculos entre ambos países que requerirá resolver problemas y reparar injusticias. El bloqueo, que provocadaños humanos y privaciones a las familias cubanas, es cruel, inmoral e ilegal, debe cesar. El territorio que usurpa la Base Naval en Guantánamo debe ser devuelto a Cuba. Otros asuntos deben ser también dirimidos. Estos justos reclamos son compartidos por los pueblos y la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo.
Conmemoramos este año, Santidad, el 80 Aniversario de relaciones ininterrumpidas entre la Santa Sede apostólica y Cuba, que son buenas y se desarrollan favorablemente sobre la base del respeto mutuo.
El Gobierno y la Iglesia Católica en Cuba mantienen relaciones en un clima edificante, al igual que ocurre con todas las religiones e institucionesreligiosas presentes en el país, que inculcan valores morales que la Nación aprecia y cultiva. Ejercemos la libertad religiosa como derecho consagrado en nuestra Constitución.
Damos a la presencia de Su Santidad en nuestra Patria todo su significado. Será trascendente y enriquecedor para la Nación su encuentro con un pueblo trabajador, instruido, abnegado, generoso, con profundas convicciones, valores patrióticos, dispuesto a continuar su heroica resistencia y a construir una sociedad que garantice el pleno desarrollo, de mujeres y hombres, con dignidad y justicia.
En nombre de este noble pueblo, le doy la más calurosa bienvenida. (Tomado de Juventud Rebelde)
Alocución del Papa Francisco durante la ceremonia de bienvenida

“Somos testemunhas de um acontecimento que nos enche de esperança: o processo de normalização das relações entre os dois países, depois de anos de distanciamento. É um processo, um sinal da vitória da cultura do encontro, do diálogo”, disse Francisco.
Discurso del Papa Francisco en la ceremonia de bienvenida en el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, el sábado 19 de septiembre de 2015
Señor Presidente,
Distinguidas Autoridades,
Hermanos en el Episcopado,
Señoras y señores:
Muchas gracias, Señor Presidente, por su acogida y sus atentas palabras de bienvenida en nombre del Gobierno y de todo el pueblo cubano. Mi saludo se dirige también a las autoridades y a los miembros del Cuerpo diplomático que han tenido la amabilidad de hacerse presentes en este acto.
Al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, a Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia Episcopal, a los demás Obispos y a todo el pueblo cubano, les agradezco su fraterno recibimiento.
Gracias a todos los que se han esmerado para preparar esta visita pastoral. Quisiera pedirle a Usted, Señor Presidente, que transmita mis sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel. A su vez, quisiera que mi saludo llegase especialmente a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo.
Este año 2015 se celebra el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la Santa Sede. La Providencia me permite llegar hoy a esta querida Nación, siguiendo las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaron a esta Isla mis dos predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. Sé que su recuerdo suscita gratitud y cariño en el pueblo y las autoridades de Cuba. Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y preocupaciones, con libertad y con medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad.
Este viaje apostólico coincide además con el I Centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, por Benedicto XV. Fueron los veteranos de Guerra de la Independencia, movidos por sentimientos de fe y patriotismo, quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana. Desde entonces, Ella ha acompañado la historia del pueblo cubano, sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo aquello que dignifica al ser humano. Su creciente devoción es testimonio visible de la presencia de la Virgen en el alma del pueblo cubano. En estos días tendré ocasión de ir al Cobre, como hijo de peregrino, para pedirle a nuestra Madre por todos sus hijos cubanos y por esta querida Nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación.
Geográficamente, Cuba es un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con valor extraordinario como “llave” entre el norte y el sur, entre el este y el oeste. Su vocación natural es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí, “por sobre la lengua de los istmos y la barrera de los mares” (La Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América, en Obras escogidas II, La Habana 1992, 505). Ese mismo fue el deseo de san Juan Pablo II con su ardiente llamamiento a que “Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba” (Discurso en la ceremonia de llegada, 21-1-1998, 5).
Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento. Es un signo de una victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del “sistema del acrecentamiento universal… por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos” (José Martí, ibíd..). Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz y el bienestar de sus pueblos, de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero.
Pongo estos días bajo la intercesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, de los beatos Olallo Valdés y José López Piteira y del venerable Félix Varela, gran propagador del amor entre los cubanos y entre todos los hombres, para que aumenten nuestros lazos de paz, solidaridad y respeto mutuo.