La Internacional de los Indignados manda. La antorcha pasó de la Plaza Tahrir en El Cairo (la Primavera Árabe), a la Puerta del Sol de Madrid (la Primavera Española), a Liberty Square en Nueva York (Occupy Wall Street) y desde este pasado sábado a World Street, 951 ciudades en 82 países.
Todas las edades, todas las clases sociales, pero en su mayoría valerosos jóvenes, hombres y mujeres, que denuncian la caída arrogante de grandes partes del mundo en un abismo geopolítico transgredido por una crisis social, financiera, monetaria, política y estratégica sin precedentes.
Nada es más natural que el “somos el 99%” se extienda al globo, porque el movimiento denuncia específicamente los estragos causados en todo el mundo por el mito de la globalización neoliberal, tal como la aplica ese dios iracundo: El Mercado. Y sin embargo el 1% –y sus socios de los medios corporativos– todavía no lo entienden (o lo remedan) y tratarán de aplastar toda acción para subsanar el redomado fracaso del neoliberalismo.